Esta puñetera nueva enfermedad nos está generando demasiadas contrariedades, estrés, miedo, inseguridad, angustia, frustración, rabia, y con el confinamiento, pérdida de libertad.
También nos puede producir ansiedad que nos podría llevar al pánico y éste a la fobia.
Todo esto afecta a nuestro organismo aumentando el cortisol (hidrocortisona) que nos hace sentir mal. Al mismo tiempo se produce una disminución de las hormonas serotonina y dopamina.
O sea, que nos encontramos francamente jodidos.
¡Pero!
Está en nuestra manos qué hacer con lo que está pasando, y tenemos posibilidades de revertir la situación.
¿Cómo? Con actividades como hacer ejercicio, contemplar la naturaleza (aunque sea en fotos o videos), escuchar música, leer y
Deleitarnos contemplando la belleza de las llamas de nuestra chimenea.
Dejémonos llevar por la relajación y el bienestar que nos produce la presencia hipnótica del baile de las llamas.
Ahora más que nunca disponemos de la oportunidad de gozar plenamente de nuestra chimenea. Aprovechémosla para plantar cara a esta situación que nos acompaña y recordemos que cada momento que pasa es un momento menos que nos queda para salir de la pesadilla.
Y sobre todo recordemos que la risa es la mejor arma contra el miedo.
¡Un fuerte abrazo!
Sebastià Bosch